Vivimos en un momento de la sociedad complicado. Que si pantallas. Que si ultraprocesados. Que si poca luz. Que si aislamiento…
Por eso, es normal en ocasiones sentir que no llegamos a todo. Que nos exigimos demasiado. Que nos ponemos listones muy altos. Y el problema no es de los listones, que pueden estar tan altos como tu ambición desee, si no el tiempo que estamos dispuestos a invertir para llegar a esos listones.
Y es que es normal. El mundo es impaciente. Nos pide más en menos tiempo. Nos pone de forma indirecta una losa llamada expectativa: y si no la cumples, es que quizás no eres tan “XXXXX” (añade aquí lo que consideres oportuno).
Por eso, creo que es nuestro deber protegernos de toda esa narrativa. De construir algo que realmente nos ayude a crear el futuro que queremos. Que nos ayude a priorizarnos, a entender que tenemos tiempo, que nadie nos pone una fecha límite para conseguir X, que hay muchos caminos que llegan al mismo destino. Al hacerlo, algo cambia dentro de nosotros. Cambiamos la perspectiva, la forma de ver el tiempo, los objetivos que nos marcamos y los hábitos que decidimos poner en marcha para conseguirlos.
El otro día Vero, que está en mi mastermind del futuro (un lugar en el que menos de 10 personas nos juntamos para construir la versión de nosotros mismos que hemos venido a ser) me dijo algo que no se me olvidará:
“Me has dado algo en 4 meses que en 30 años no había conseguido: dejar el ruido interno, no permitir que la vocecilla que todos tenemos dentro tome el control”. Eso es paz mental. Eso es entenderte en el centro y quererte sin expectativas ni exigencias. Y es un trabajo que no se consigue con una meditación, y está bien.
Llegar hasta ahí no es fácil, por eso, tengo recursos y estrategias que me ayudan a conseguir mis objetivos de forma más amable. Entendiendo que es un proceso y que no todos los días estaré igual. Uno de esos recursos es el elixir regenerante. Lo publiqué el otro día por stories y os alucinó, así que os dejo la formula mágica por aquí para que podáis hacerlo en casa.
¿Cómo se hace?
1 litro de agua filtrada
Un chorrito de agua de mar microfiltrada o en su defecto una pizca de sal
200 ml. de agua de coco
2-3 cubitos del elixir energético que subí a instagram el otro día (puedes cambiarlo por 2 cucharadas de jengibre rallado y un chorro de zumo de limón)
1 buen chorro de aloe vera
¿Cómo se toma?
Fácil. Se va bebiendo poco a poco. Preferiblemente en un descanso mientras sales al exterior, te expones al sol o a la naturaleza. Si no tienes naturaleza cerca, sal igualmente, siéntate en un banco, ponte en los auriculares esta canción y centra tu atención en el movimiento de la gente, en un árbol cercano o en una situación dinámica que te genere placer visual.
Este es solo uno de los recursos. Pero hay más.
Y más jugosos y potentes que un elixir. Imagina que durante 21 días recibieras cada día una transmisión pensada para acompañarte en el proceso de reconstrucción de tu nuevo yo. Cada día un audio que te desbloquea un nuevo paradigma, un obstáculo o un límite que te estaba impidiendo avanzar. Eso es FutureWaves, y después de lanzarlo con un éxito brutal el año pasado, vuelve a estar disponible durante unos días, con bonus extras, con más audios míos contándote de primera mano cómo mejoré mi situación tras detectarme la autoinmune y cómo llegué al punto en el que estoy ahora.
Nos vemos como siempre, en el futuro,
Fabián