FutureSelf 19: Lecciones a mi yo del pasado
Una carta hacia mí con sabiduría que todos podemos aprovechar
La siguiente es una carta a mi yo del pasado, pero es un mensaje creado para volver a él cada vez que lo necesite. He intentado condensar en unos párrafos todo lo que ahora considero más importante, todo lo que me ha ayudado a crecer y a hacerlo sostenible. La hago pública en esta edición y espero que te sea de ayuda:
Querido Fabián,
Te escribo esto desde el futuro. Esta semana hemos cumplido 29 primaveras. 29 años llenos de experiencias, lecciones y aprendizajes. Parece mentira que estés ya a punto de entrar en la década de los 30, no me acostumbro a creer que hace ya 10 años desde que tu vida cambió para siempre en un programa de cocina como masterchef, que con 18 años empezarías a emprender, que conocerías a la mujer de tu vida por instagram, que escribirías 4 libros ya, que viajarías por el mundo y probarías todo tipo de cosas, o hasta que la vida te daría un golpe de realidad y tendrías una enfermedad autoinmune o un burnout que cambiaría tu forma de ver tu mundo. Has pasado por momentos muy buenos, por otros que no lo han sido tanto, pero qué bien poder aprender de ellos, qué bien poder darse cuenta de que lo que has hecho te ha servido para construir la versión que hoy te escribe este texto. Y por eso, quiero dejarte por aquí los aprendizajes de mis errores, no para que no los cometas, si no para que acabemos llegando a las mismas conclusiones.
He aprendido que el tiempo se colapsa cuando aplicas intención y decides moverte. Que ahí todo va más rápido y puedes vivir más experiencias en menos tiempo, porque así lo decides. Que la vida te pone delante situaciones con las que jugar y de ti depende elegir jugar o no.
También he aprendido que la vida es injusta por naturaleza, pero que somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de elegir cómo reaccionamos a lo que se nos pone por delante. Que tenemos ese super poder y hay que aprovecharlo.
He aprendido que todo es cíclico, que nunca puedes estar arriba siempre, tampoco abajo, y que incluso eso es una ilusión, una sensación que tenemos basada en comparaciones previas con tu yo del pasado. Que tenemos sombras, todos, y que negarlas es hacernos daño. Cuando evadimos nuestra sombra, ésta solo se hace más grande, mas poderosa y más presente. La mejor forma de equilibrar esa sombra es sentarse en silencio y plantarle cara, dejar que se exprese y que se integre contigo. Recuerda que la comparación sólo te perjudica. Porque, ¿qué es compararse? ¿con tu yo del pasado? ¿con otra persona de tu entorno? ¿con alguien a quien no conoces? Somos meros títeres cuando nos dejamos llevar por la comparación, y no tiene sentido. Y, cuando compararse no tiene sentido, lo que te queda es lo más complicado: ser tú mismo. Ser auténtico. Ser una versión optimizada de ti.
Pero, sobretodo, he aprendido que lo que más atesoro a día de hoy son todas las experiencias que te atreviste a vivir, todas los retos a los que te enfrentaste, con mayor o menor éxito, todos los atardeceres que viste y te marcaron, todos los platos que disfrutaste en buena compañía, y todos los disgustos que te llevaste y te sirvieron para evolucionar.
La vida no es cambio, es evolución, y 29 años he tardado en comprender algo tan sencillo.
PD1. Tienes también una conversación conmigo mismo profundizando en todos estos temas en mi último episodio del podcast.
PD2. Estoy ALUCINANDO con la cantidad de gente que os sumaste a la oferta secreta del jueves, qué ganas de contaros los detalles de lo que habéis comprado :)