FutureSelf 46: El zumo que colma el vaso.
Empieza a blindar tu salud desde el poder personal
Esta semana iba a escribir sobre otra cosa, los drenadores de energía. Aquellas cosas que nos hacen reducir nuestros niveles de energía al mínimo y que nos impiden de forma consistente alcanzar nuestro potencial.
Pero eso quedará para la semana que viene. Para este sábado he decidido hablar sobre un tema que surgió el miércoles gracias a un zumo.
Si, un zumo, de los que nos ponían en la merienda de pequeños, y los mismos que al parecer siguen poniendo a pacientes enfermos después de 4 días sin comer. Eso fue lo que vi esta semana en los stories de María (@goutdhestia en instagram), que tras varios días ingresada, lo que recibió en el hospital como primer alimento de recuperación fue un zumo, y no, no uno cargado de nutrientes o antioxidantes. El siguiente:
¿Qué nos lleva como sociedad a aceptar que en un sistema de salud, un zumo lleno de azúcar, (que además de subir el pico de glucosa es lo único que va a romper el ayuno e iniciar un proceso de regeneración) es lo correcto? Hoy quiero hablar de esto en FutureSelf. Empezamos.
Es interesante ver cómo al final los incentivos económicos van por encima de los incentivos sociales en muchos aspectos de nuestra sociedad, y el sistema sanitario no es ninguna excepción. Es evidente que el sistema sanitario actual (público o privado) se debe fundamentar sobre una gestión del gasto y de una sostenibilidad económica, pero… ¿en qué momento hemos dejado de ver la alimentación como una inversión que previene y/o acelera la recuperación de cualquier persona, para verla como un mero trámite que debe ser analizado en base a su coste? ¿Cómo es posible que cada hospital cuente con un equipo de nutrición hospitalaria pero me lleguen constantemente mensajes de historias de personas que les dan para desayunar un café con leche y tres azucarillos, un colacao con una magdalena, un croissant o una galletita salada?
Detrás del sector sanitario trabajan verdaderos profesionales que se dejan la piel por salvar vidas y mejorar la calidad de la salud de sus pacientes, y, aunque eso es algo que todos sabemos, imágenes como la de arriba son el pan de cada día para miles de personas en los hospitales. He hablado con varios profesionales durante estos días (enfermeros, doctoras, personal sanitario) y lo cierto es que hay un gap, una especie de vacío entre las intenciones de los profesionales, lo que la literatura científica dice y lo que la realidad finalmente nos presenta. Ese es el gap que tenemos que empezar a superar. Y ese gap o vacío se supera con pequeñas acciones, como esta newsletter, como la imagen de María enseñando el zumo o como una madre negándose a que su hijo de 6 años operado de apendicitis sea recibido a las 8 de la mañana con un colacao y una galleta maría.
Y todo empieza entendiendo dos frases muy sencillas pero muy profundas: que la comida te construye y que el poder de nuestra salud nos debe ser devuelto.
Que la comida me construye es algo que sé desde hace años, me dedico al mundo de la alimentación desde hace más de una década y, son las decisiones acumuladas a lo largo del tiempo las que van formando una salud que nos acompañará en el futuro. Lo que no descubrí hasta hace año y poco fue la segunda de las frases: el poder de nuestra salud nos debe ser devuelto. La impotencia e indignación que sentí al escuchar de la boca de un médico, tras el diagnóstico de una autoinmune, que la alimentación era un sacacuartos y que no iba a poder evitar los síntomas del hipotiroidismo sin medicación, con esa seguridad y confianza pasmosa con la que me lo decía, fue lo que hizo plantearme si realmente yo tenía el poder.
Vivimos en una sociedad en la que muy a menudo delegamos ese poder (y esa responsabilidad) en expertos ajenos. En humanos que, además de tener sus propias vidas, pueden estar condicionados y sesgados por una visión que no tenemos porqué compartir. Si me hubiera quedado con la versión inicial de ese doctor, ahora mismo estaría tomando cada mañana levotiroxina, con síntomas acrecentados y un camino directo a la destrucción de mi tiroides, porque no habría tratado la raíz, habría disimulado síntomas para, más adelante, darme cuenta del error de haber seguido ese camino.
En esa situación hipotética, yo sería una víctima de un sistema que masifica más que personaliza. Y es que, cuando delegamos el poder en otros, en el fondo lo que hacemos es entrar en una espiral de victimización, en la que cada vez más, seguimos un discurso donde constantemente somos víctimas de nuestras circunstancias, lo que automáticamente nos condena a una vida en la que jamás tendremos el poder de nuestras propias decisiones. Donde nunca llegaremos a estar en nuestro centro, porque siempre habrá alguien a quien acudir, alguien a quien llamaremos salvador, para que cure todos nuestros males. Y creo que ahí es donde debemos empezar a despertar.
Cuando empezamos a entender la salud como una responsabilidad propia, en la que por mucho que nos apoyemos en expertos, nosotros somos los líderes y responsables a la hora de mejorarla, nos devolveremos un poder que jamás debimos dejar que se nos arrebatase. Empezaremos a plantearnos cuales son las verdaderas causas de los síntomas que a día de hoy tenemos, empezaremos a escucharnos más, a entender nuestro cuerpo y a hacernos preguntas que nos lleven a soluciones permanentes, no a parches temporales que tapan síntomas. Dejaremos de ser víctimas para pasar a ser constructores de nuestra propia salud.
Y es normal sentir miedo, yo lo siento de vez en cuando, porque asumir responsabilidad es hacerlo con miedo. Miedo a poder equivocarnos, a que las cosas no salgan como esperamos… Pero la pregunta que me hago de forma constante es: ¿a qué tengo miedo? ¿qué es lo peor que puede pasar? Y la respuesta siempre es la misma: tengo miedo a subir de nivel, a ser libre, a adquirir la responsabilidad de saber qué es lo que tengo que hacer, y por inercia, acabar no haciéndolo. Luego, vuelvo a pensarlo, vuelvo a planteármelo, y me doy cuenta de que el deseo de mejorar, de curarme, de avanzar, es más grande, es más fuerte, es más potente. Y ahí es donde tenemos que poner nuestra mirada.
Creo que estamos en un momento de la historia en la que muchas cosas suceden al mismo tiempo muy rápidamente. Muchas transiciones en muy poco tiempo. Es normal sentirse abrumado, confuso o paralizado. Y es precisamente por eso, por lo que creo que cada vez más ganará fuerza este nuevo enfoque de la salud. En el que querremos volver a un espacio seguro creado por nosotros mismos.
A día de hoy ya he creado ese espacio para mí, en el que me siento energizado, seguro, lleno de confianza y de motivación por saber qué más es posible. Un espacio en el que refugiarme cuando el ruido exterior es muy fuerte, y en el que apoyarme cuando quiero dar un paso hacia adelante. Gracias a lo que he construido, hoy soy una persona más fuerte, que está superando una autoinmune crónica, que es capaz de tomar decisiones desde su centro y que sabe que, pase lo que pase, siempre podrá volver a regenerarse. Ese espacio es el que he creado tras muchos meses de experimentación personal, y que, aunque será diferente para cada uno, cumple con las mismas bases. Si te gustaría crear ese espacio para ti también, he lanzado Renewal, una masterclass de casi 2 horas, en las que cuento el paso a paso que me llevó del diagnóstico de una autoinmune, a conseguir bajarla a niveles mínimos, sin medicación, y mejorando toda mi salud por el camino. Lo cuento todo. Mis hábitos, mi alimentación, el sueño… todo lo que me ha permitido evolucionar tan rápidamente y que algunos de los endocrinos a los que fui en su día no se creerían hoy cuando muestro mis analíticas.
¿Qué puedes llevarte de Renewal?
Un paso a paso de las herramientas esenciales para pasar de la medicina 2.0. a la medicina 3.0.
El plan específico que he construido para blindar mi salud y construirme
La mentalidad que sigo en todo momento cuando las cosas no van según lo planeado y que me permiten remontar
Una visión basada en la regeneración que te permitirá abrir tu mente y ver posibilidades y cambiar de mentalidad de víctima a mentalidad de soberano.
No soy ejemplo de nada, solo una persona experimentando que ha visto cambios tan heavys, que quiere inspirar a que otras personas puedan hacer lo mismo. Puedes sumarte a Renewal aquí y en menos de 24 horas tendrás acceso a toda la información. Ah, si lo haces este fin de semana y pones el cupón SOBERANO, lo tienes por 20€ menos.
Nos vemos en el futuro,
Fabián


