FutureSelf 47: He decidido analizar mis genes

Una nueva serie contando mi experiencia con un test genético

Si estás leyendo esto sabes que uno de los temas que más me fascinan es la mejora del futuro y la longevidad. Vivir más años, pero vivir mejor.

La semana pasada hablé en esta edición de la oportunidad que tenemos a día de hoy de mejorar nuestra salud a través de la medicina 3.0., basada en la prevención, que no sólo esté ahí cuando hay algún problema, si no que nos adelantemos a ellos para evitar que sucedan en el futuro. Lo que para algunos podría ser ciencia ficción, es algo que cada día más personas tienen como recurso y que les está abriendo un portal a todo tipo de enfermedades que, aunque podrían padecer en el futuro, pueden evitar con sus acciones hoy. Y es que, si la vida fuera un juego, y en vez de tirar cartas al azar, supieras al menos lo que tienes en tu baraja, o en tu mano, la ventaja que tendrías sería gigante. No es ya la prevención, si no la capacidad de cambiar destinos que, aunque podrían ir guiados por la inercia (dirección sin intención) van guiados por la intención (dirección intencionada).

Los tests genéticos se conocen desde hace décadas, no es algo nuevo. La primera secuenciación del genoma humano se completó como parte del Proyecto Genoma Humano (PGH), un esfuerzo internacional que comenzó oficialmente en 1990 y culminó con la publicación de una secuencia casi completa del genoma humano en 2003.

El costo total del Proyecto Genoma Humano fue aproximadamente de 2.7 mil millones de dólares, fue increíblemente caro por la tecnología de secuenciación de la época y el enorme esfuerzo colaborativo a nivel mundial.

Desde entonces, secuenciar el genoma ha bajado drásticamente su precio, gracias al desarrollo de tecnologías de secuenciación más rápidas y menos costosas, haciendo que la secuenciación del genoma sea mucho más accesible y común para el resto de los mortales. Hasta tal punto que ahora puedes secuenciar parte de tu genoma para conocer tus raíces o algunos patrones característicos en tus genes. Eso tampoco es nuevo. Lo que sí es nuevo es la forma de secuenciar ese genoma, porque gracias a ello, estamos consiguiendo conocer información muy valiosa sobre nuestro interior, las cartas con las que jugamos y cómo deberíamos jugar la partida.

Ayer, hablando con un amigo, le contaba que precisamente me había hecho el test. Él, además de amigo, es mi entrenador personal, y podremos adaptar algunos ejercicios y movimientos a mi genética para optimizar el entrenamiento. Al explicárselo, usé una metáfora que me viene muy bien para explicártelo a ti ahora. Quiero que pienses en tus genes como un camino. Una especie de ruta en un séptimo piso en obras, sin ventanas cerradas, sólo huecos sin cristal. Hasta hace poco, íbamos por ese piso con los ojos vendados. Dando pasos por inercia, sin saber dónde acabaríamos. Según la suerte y las decisiones de sentido común de cada uno, habría algunos que, dando pasos, llegarían a un ventanal y, al no saber si el siguiente paso sería en firme, caerían al vacío. Otros llevarían esa dirección por defecto, pero, en algún momento de sus vidas, un cambio en su estilo de alimentación, estrés, descanso o gestión emocional les hizo girar, cambiar su dirección e ir hacia otra, y, aún con los ojos vendados, habrían evitado una muerte prematura, una caída que no tendría porqué haber sucedido antes de tiempo. Los genes nos permiten quitarnos la venda, ver cuales son los caminos y cuales deberíamos evitar para no activarlos, y por tanto, para no caernos por un ventanal.

PERO, y aquí va el gran pero, los pasos los sigues dando tu. Tú sigues escogiendo si vas a la derecha o a la izquierda, si vas al frente o das un paso atrás. Eso, es la epigenética. Las decisiones que constantemente tomamos son las que van activando o desactivando genes. Las que van, poco a poco, esculpiendo nuestro futuro. Es como si tuvieras la oportunidad de ver entre 5 y 10 potenciales futuros, y pudieras escoger, en base a tus decisiones, a cuales te acercas más. No es definitivo, todo puede pasar en todo momento, pero reduces o aumentas las posibilidades de que eso suceda. Y por eso decidí hacerme un test genético.

A día de hoy, y gracias a los increíbles avances en este área, conocemos cosas como que, si tenemos dos o más copias del gen APOE ε4, aumenta significativamente el riesgo de padecer Alzheimer. Es importante destacar que aunque el APOE ε4 aumenta el riesgo de Alzheimer, no es ni necesario ni suficiente por sí solo para causar la enfermedad. Muchas personas con una o dos copias del alelo ε4 nunca desarrollan Alzheimer, mientras que otras sin ninguna copia del alelo ε4 pueden desarrollar la enfermedad. Pero saber esto mucho antes de que pueda suceder nos permite adelantarnos a ellos, suplementando con OMEGA 3, DHA, mejorando nuestro estilo de vida para hacerlo más activo, más social, etc. Es una hoja de ruta.

Eso sí, estuve más de 1 mes analizando y buscando las mejores opciones. Muchos de los laboratorios típicos pueden vender tu información para análisis genéticos, o darte información basada en tecnologías anticuadas. Después de mucho investigar. He conseguido una empresa que no sólo no vende datos, si no que usa una tecnología pionera que permite genotipar hasta 3 millones de puntos de datos, versus los 600 mil del genotipado tradicional. Cinco veces más. Lo que permite no sólo darte info de tus ancestros, si no de tus talentos, tu rendimiento físico, tus genes alterados, tu sensibilidad a la polución, pesticidas, etc. Es una verdadera pasada.

Su precio es de unos 599€ y se hace una vez en la vida con una muestra de saliva desde tu casa. No trabajo con ellos, pero he conseguido un descuentazo del 40% para quien compre 1, y del 50% si compran más de 2.

Voy a hacer una serie contando todo lo que he descubierto gracias a eso, pero si quieres el descuento, sólo tienes que contestarme a este correo y te paso el link.

Creo que en el futuro, todos tendremos este plano, este mapa de salud que nos permitirá tener un conocimiento más profundo, más real, sobre lo que podemos hacer para mejorarnos.

Llega la era de la medicina ultrapersonalizada.

Nos vemos en el futuro,

Fabián